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¿Cómo dejar de fumar?

Existen métodos muy efectivos para dejar de fumar. Solo tenemos que elegir el que más se adecue a nuestras necesidades. 

 

¿Cómo dejar de fumar?

Métodos para dejar de fumar
FOTOGRAFÍA: Paul Paul

Las consecuencias del tabaquismo son tan negativas como variadas. Entre los efectos para la salud que este nocivo hábito puede desencadenar destacan las enfermedades cardiovasculares, del sistema respiratorio, la hipertensión arterial, el cáncer de pulmón, de faringe, laringe, boca o riñón, por ejemplo.
Otros problemas derivados de esta adicción son el envejecimiento prematuro de la piel, halitosis, disminución de la fertilidad tanto en el hombre como en la mujer, alteración de las capacidades gustativas y olfativas, problemas en las encías (influye en la aparición de la periodontitis, por ejemplo) y en las piezas dentales, entre otros.
Fumar, además, es una adicción que coarta parte de nuestra libertad, al sentir la imperiosa necesidad de fumar en determinadas situaciones.
Por estos y otros motivos es conveniente eliminar este hábito tan perjudicial para nuestra calidad de vida.

El primer paso, la concienciación

Aunque lo intentemos una o mil veces, ninguna de ellas nos resultará efectiva hasta que no deseemos sinceramente dejar de fumar. Tenemos que estar preparados mentalmente para ello porque hacerlo conllevará un proceso en el que nuestra fuerza de voluntad jugará un papel primordial. Por eso, antes de dar el paso, hemos de comprender de qué manera nos estamos perjudicando con esta práctica y, en contrapunto, cuáles son las ventajas de dejar de fumar. Aunque nos lo aconsejen familiares y amigos, hemos de ser nosotros mismos quienes iniciemos esta nueva andadura hacia una vida más sana. A partir de aquí, ya podemos preguntarnos ¿cómo puedo dejar de fumar?

Acude al especialista

Es natural, sobre todo en el caso de los fumadores más arraigados, sentirse algo desorientados a la hora de abandonar una práctica que ha venido siendo habitual desde hace tiempo. Por lo tanto, es normal (y aconsejable) que se solicite ayuda a un médico especialista.
En caso de buscar ayuda psicológica, podemos optar por acudir a la consulta del especialista para que nos trate de manera individual, o bien, hacer terapia de grupo.
En el primer caso, la atención y el tratamiento serán más personalizados y enmarcados en un ambiente de mayor intimidad. Sin embargo, en la terapia grupal podremos compartir nuestra experiencia con la del resto de compañeros, enriqueciéndonos mutuamente. Esta opción permite intercambiar opiniones y exponer y resolver dudas, fomentando un espíritu de ayuda que hará que nos sintamos comprendidos y respaldados.

Hipnosis y Acupuntura

Tanto la hipnosis como la acupuntura son dos alternativas muy efectivas. En el primer caso, el subconsciente será el punto sobre el que se trabaje para que el paciente abandone esta práctica de manera prácticamente simultánea. En muchas ocasiones, basta con una única sesión de hipnosis, que puede ser individual o grupal. La acupuntura, por su parte, es una técnica milenaria, muy empleada en la actualidad con dicho fin (entre otros muchos), por sus resultados positivos. La inserción de varias agujas en ciertos puntos estratégicos del cuerpo durante algunas sesiones puede eliminar el deseo de volver a consumir un cigarro.
Tanto si nos decidimos por una u otra técnica, previamente hemos de  acudir a nuestro médico habitual para que nos dé el visto bueno.

Libros de autoayuda

Existe una gran cantidad de libros en el mercado cuya temática gira en torno al objetivo de dejar de fumar. Cada autor ofrece distintos consejos, informaciones, trucos y métodos que pueden resultar muy eficaces si los leemos con atención e intentamos poner todo lo posible de nuestra parte. Algunos de los muchos libros de esta índole que podemos encontrar actualmente son Dejar de fumar, de Adriana Ortemberg (Océano Ámbar, 2004), Trucos para dejar de fumar, de Sarah Glass (El Aleph, 2004) o Usted puede dejar de fumar, de Ramón Sánchez-Ocaña (Alba Editorial, 2001).

Premia tus logros

Recompensarnos los esfuerzos realizados en este sentido puede servirnos, a su vez, de motivación para continuar en la lucha hacia nuestros fines.
A medida que vayamos cumpliendo metas relativas al abandono del tabaco, podremos permitirnos ciertas cosas que nos resulten deseables. La naturaleza de estas recompensas dependerá de cada persona, de sus gustos e intereses. No obstante, una posible idea consistiría en ir ahorrando el dinero que antes invertíamos en tabaco, y cuando reunamos el suficiente, emplearlo en una comida familiar o cualquier otra actividad saludable.

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