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María Montessori, gran pedagoga y una mujer adelantada a su tiempo

María Montessori, gran pedagoga y una mujer adelantada a su tiempo

Rafael Guerrero Elecalde, Doctor en Historia en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), dedica su principal línea de investigación a las élites gobernantes de la España del Antiguo Régimen. Desde 1998 participa en grupos de investigación adscritos a la Universidad del País Vasco, así como en otros de carácter internacional. Asimismo, ha presentado los resultados de sus trabajos en diversos foros nacionales y extranjeros. Ha sido colaborador del Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia y actualmente es miembro del Consejo de la revista argentina “Prohistoria”.
Dirige LAUR Documentos, una empresa dedicada a ofrecer servicios de investigación histórica a toda clase de público: familias, empresas, investigadores, etc., con productos orientados a sus necesidades (biografías, genealogías, búsqueda documental, historia familiar, de empresas, etc.). Su premisa: “La Historia al alcance de todos”.

Rafael Guerrero Elecalde- Miguel Ángel Hierro Armas

En este mes contamos con la colaboración de Miguel Ángel Hierro Armas, Licenciado en Pedagogía, Diplomado en Magisterio y educador social que, además de contar con una amplia experiencia en el trabajo con niños en riesgo de exclusión social, ha impartido numerosos cursos y seminarios, y publicado diversos artículos sobre educación y psicología emocional y evolutiva.

Ha tenido la deferencia de preparar un texto sobre una pionera en la pedagogía moderna; mujer luchadora y comprometida socialmente y que ayudó a sentar las bases de los métodos educativos actuales. Un lujo que no hemos querido desaprovechar.

Y es que hablar de María Montessori (1870-1952) es hablar de una extraordinaria pedagoga, además de una mujer muy avanzada para su época. Sus teorías son más actuales que nunca porque, en un tiempo en el que los planteamientos educativos tienden a enfocarse desde el ángulo social, económico y laboral, se hace cada vez más necesario ahondar en una función que es todavía más esencial: la “formación” humana y personal de los individuos. Toda una personalidad en aquella época que fue presentada a la Reina de Inglaterra, la familia Kennedy, Gandhi, y era amiga de Freud.

Su metodología se encuadra dentro de la llamada “Escuela Nueva”, movimiento educativo renovador que se fundó en Italia a finales del siglo XIX y principios del XX, dentro de lo que vino a denominarse “pedagogía científica”. Ésta hunde sus raíces en los conocimientos de la persona y no sólo en tendencias filosóficas o formas de entender la vida de un modo más abstracto. Se propugnó que lo fundamental es dejar fluir las potencialidades del niño, más que «influir» sobre ellas.

María Montessori nació el 31 de agosto de 1870 en Chiaravalle, Italia, en el seno de una familia católica tradicional. En 1882, su familia se mudó a Roma para que tuviera una mejor educación. Dos años después, cuando contaba con 14 años, María fue inscrita en la Escuela Técnica de Ingeniería y un año después en la Escuela de Medicina a pesar de la oposición de su padre, que quería que fuera maestra (especialidad destinada a las mujeres de entonces).

En 1896 terminó la carrera de Medicina y fue la primera mujer italiana que obtenía el título de Doctora en Medicina y Cirugía. En esos años, María Montessori se afilió al movimiento feminista, participando a nivel nacional e internacional en diferentes eventos y celebraciones como, por ejemplo, en el Congreso de Berlín, reunión donde fueron proclamados la igualdad de derechos de la mujer con respecto al hombre.

Desde 1896 a 1898 se adentró en el campo de las enfermedades nerviosas y mentales. Para ello, estudió de un modo especial y con gran sensibilidad los trabajos de los médicos Itard y Seguín sobre personas con problemas mentales y trabajó con gran dedicación y respeto con niños con estas patologías, contemplando a su vez el abandono que éstos sufrían por su condición.

Al finalizar dicha especialización, María presentó un estudio en el que comparaba el nivel de inteligencia de los niños con los que había trabajado, con otros que presentaban capacidades normales. Para sorpresa de todos, los niños con problemas obtuvieron los mejores resultados. Ante estos resultados María Montessori siguió trabajando este campo, comprobando que los niños que eran considerados perturbados mentales tenían potencialidades que, aunque no fueran las mismas que las de otros, podían ser desarrolladas y de este modo se les podría ofrecer los mismos derechos a una vida digna sin ser una carga para la sociedad.

Desde entonces, en una recién constituida y precaria económicamente Italia, se interesa por las condiciones sociales, especialmente de las mujeres y de los niños, enfatizando las repercusiones que las condiciones de vida tienen sobre la sociedad. En esta época de recesión se fundaron movimientos de apoyo a los sectores más necesitados. En este contexto, Eduardo Tálamo, director del Instituto Romano Beni Stabilila, comisión dedicada a la reconstrucción de edificios abandonados, invitó a María Montessori a hacerse cargo de las escuelas de estos edificios, por lo que comenzó a trabajar con niños de 3 a 6 años provenientes de familias en las que padre y madre, la mayoría analfabetos, trabajaban fuera de su casa.

En sus inicios, no contó con muebles, ni materiales apropiados y comenzó a trabajar con algunos instrumentos elaborados por los médicos Itard y Seguín. En este periodo fundó la “Casa dei Bambini” en el barrio San Lorenzo, de Roma, para observar y conocer meticulosamente a los niños. En un principio, fue un proyecto muy poco reconocido, aunque Montessori persistió en él, dotando su Casa con un “ambiente preparado”, concepto fundamental en su planteamiento pedagógico. Un tiempo más tarde, personalidades de todo el mundo fueron a conocer a los chavales en San Lorenzo; tras su visita, todos hablaban de “niños convertidos”.

Pronto se abrieron otras Casas de los Niños y, de este modo, comenzó a expandirse su propuesta metodológica. En 1908, se abren dos de ellas: una para hijos de trabajadores de nivel económico bajo y otra en el Barrio Colonnia, para niños de clase económica acomodada. En 1912, se fundó la primera escuela Montessori en los Estados Unidos y, un año después, en ese mismo país se creó la Asociación Montessori, dedicada también a la formación de muchos maestros y maestras según los planteamientos de la pedagoga italiana. En 1918, su método se implantó en todas las escuelas de Holanda, donde, en 1924, fue reconocida por la Universidad de Durham como doctora honoris causa. En 1950, también fue dignificada con esta titulación por la Universidad de Amsterdam. En Holanda, también abrió un curso de formación de maestros y maestras hasta 1939.

Durante los años más duros de la historia de Italia, María siguió firme en sus convicciones. A principios de 1920, le designaron como Inspectora Gubernamental de Escuelas para Italia, ejerciendo como tal hasta 1934. Mussolini pretendió integrar alumnos suyos en la juventud fascista, tratando así de obligarles a llevar su uniforme y saludar por las mañanas; ella se negó. Además, acusó públicamente al fascismo de “formar a la juventud según sus moldes brutales” y a convertirlos en “pequeños soldados”. Entonces, se clausuraron las escuelas y decidió tomar el camino del exilio, una ausencia que se alargaría por un período de doce años.

Tras un breve período de estancia en Barcelona, que abandonó por el estallido de la Guerra Civil, Montessori fijó su residencia, con su esposo e hijo, en Noordwijk, Holanda. Regresó a Italia en 1947 para ayudar a la reorganización de escuelas y reanudar las clases en la Universidad de Roma. Unos pocos años después, en el 6 de Mayo de 1952, María falleció en su residencia holandesa.

María Montessori publicó numerosos libros entre los que destacan “La casa de los niños” (1907), “El método” (1912), “Antropología pedagógica” (1913), “Método avanzado Montessori” (2 vols., 1917), “El niño en familia” (1922), “El niño en la Iglesia” (1929), “La misa explicada a los niños” (1932), “Paz y Educación” (1934), “El secreto de la infancia” (1936), “Ideas generales sobre mi método” (1948).

www.youtube.com/watch?v=hvuIRXopJlU

EL MÉTODO MONTESSORI

El modelo de la “Escuela Nueva”, aplicado inicialmente en escuelas primarias italianas y más tarde en todo el mundo, estaba dirigido especialmente a niños en la etapa preescolar. Se basaba en el fomento de la iniciativa y capacidad de respuesta del niño a través del uso de un material didáctico especialmente diseñado. El ambiente preparado es una premisa fundamental. Todo debe estar ordenado, simple, real…todo tiene su razón de ser.

Este ambiente ofrecerá al niño la posibilidad de llevar a cabo un trabajo interesante y elegido libremente por él, propiciando periodos de concentración que no deben ser interrumpidos. El método propone una gran diversificación del trabajo y la máxima libertad posible, dentro de unos límites claros que favorecen que el niño aprenda en gran medida por sí mismo y al ritmo de sus propios descubrimientos, desarrollando la autonomía del niño.

El principio dominante era el de dejar hacer y ayudar únicamente en caso de necesidad. El papel del adulto es pues el de un observador que ayuda, estimula y guía y que ayuda al niño a desarrollar confianza y disciplina interior. Es necesario tener fe en el valor inmenso de una actividad libre respetando las finalidades del niño, siendo capaz de llevar a cabo descubrimientos espontáneos y conquistas según un ritmo natural, vinculados a las aficiones particulares del niño.

Para María fue fundamental el uso y la elección del material, ya que este material les permite a los niños investigar y explorar de manera individual e independiente. Posibilitan la repetición, lo que favorece la concentración. Los materiales tienen lo que denominó control de error donde el propio material le mostrará al niño si lo usó correctamente. Así, los niños pueden saber que el error forma parte del proceso de aprendizaje, para poder establecer una actitud positiva hacia el mismo, promoviendo valores tan actuales como la tolerancia a la frustración, responsabilidad hacia su propio aprendizaje, mejora de la autoestima…

El método Montessori reúne niños de tres edades distintas: menores de 3 años, de 3 a 6 años, de 6 a 9 años y de 9 a 13 años. Las salas integradas favorecen la cooperación espontánea, el deseo de aprender, el respeto mutuo y la incorporación profunda de conocimientos a través del ejercicio de enseñarle a otros.

María estudió los periodos evolutivos del niño pasando de la infancia a la adultez por cuatro períodos evolutivos llamados «Planos del desarrollo». Todos los periodos son muy diferentes, pero observa que cada uno de ellos constituye los fundamentos del periodo sucesivo. Como dice la propia autora: «como la oruga y la mariposa son muy distintas en su aspecto y sus manifestaciones y, sin embargo la belleza de la mariposa es consecuencia de su vida en el estado de oruga, y no puede provenir de la imitación del ejemplo de otra mariposa. Para construir el futuro es necesario vigilar el presente. Cuanto más cuidamos las necesidades de un periodo, mayor éxito tendrá el periodo siguiente».

El primer periodo del desarrollo comienza en el nacimiento y llega hasta los 6 años. Se caracteriza porque el niño tiene una mente que llama absorbente, la cual toma o absorbe todo los aspectos, (buenos y malos) del ambiente que lo rodea, además del lenguaje y la cultura. En el segundo periodo (entre los 6 y los 12 años), el niño pasa a tener mente razonadora, siendo capaz de explorar el mundo con su imaginación y pensamiento abstracto.

En el tercer periodo, que ubica desde los 12 a los 18 años, el adolescente muestra una mente humanística que trata de entender la humanidad, buscando maneras en las que él mismo pueda contribuir en la sociedad. Finalmente el último plano del desarrollo ocupa desde los 18 a los 24 años, donde ese adulto explora el mundo con una mente de especialista apropiándose de su propio lugar en él.

LOS 19 MANDAMIENTOS DE MARÍA MONTESSORI
PARA LOS PADRES DE FAMILIA

Montessori redactó cortos «mandamientos-recordatorio» para los padres de familia. Son sencillos, pero si lo piensas un poco más a fondo, en cada uno de ellos hay gran sabiduría en sólo algunas palabras. Los niños aprenden de lo que los rodea. Aquí se citan para que los revises y reflexiones de qué manera los ponemos en casa con nuestros niños y niñas:

1. Los niños aprenden de lo que los rodea.
2. Si criticas mucho a un niño, él aprenderá a juzgar.
3. Si elogias con regularidad al niño, él aprenderá a valorar.
4. Si se le muestra hostilidad al niño, él aprenderá a pelear.
5. Si se es justo con el niño, el aprenderá a ser justo.
6. Si se ridiculiza al niño con frecuencia, él será una persona tímida.
7. Si el niño crece sintiéndose seguro, aprenderá a confiar en los demás.
8. Si se denigra al niño con frecuencia, se desarrollará en él un malsano sentimiento de culpa.
9. Si las ideas del niño son aceptadas con regularidad, él aprenderá a sentirse bien consigo mismo.
10. Si se es condescendiente con el niño, él aprenderá a ser paciente.
11. Si se alienta al niño en lo que hace, ganará seguridad en sí mismo.
12. Si el niño vive en una atmósfera amigable y se siente necesario, aprenderá a encontrar amor en el mundo.
13. No hables mal de tu niño/a, ni cuando está cerca, ni cuando no lo está.
14. Concéntrate en el desarrollo de lo bueno del niño de tal manera que sencillamente no quede lugar para lo malo.
15. Escucha siempre a tu hijo y respóndele cuando él se acerque a ti con una pregunta o un comentario.
16. Respeta a tu hijo aunque haya cometido un error. Lo corregirá ahora o quizá un poco más adelante.
17. Está dispuesto a ayudar si tu niño busca algo, pero también está dispuesto a pasar desapercibido si él mismo ya ha encontrado lo que buscaba.
18. Ayuda al niño a asimilar lo que antes no había podido asimilar. Haz eso llenando el mundo que lo rodea de cuidado, discreción, oportuno silencio y amor.
19. Cuando te dirijas a tu hijo, hazlo siempre de la mejor manera. Dale lo mejor que hay en ti.

 

Fuentes: La Mente Absorbente, María Montessori, Editorial Diana, 1998; Alessandra Avanzini, “La función y el papel desempeñado por la maestra en la obra de Montessori”, História da Educação, ASPHE/FaE/UFPel, Pelotas, v. 14, n. 32, p. 31-51, Set/Dez 2010; Alberto Filipe Araújo, Alessandra Avanzini y Joaquim Machado de Araújo, “Actividade e Redenção –A Criança Nova em Maria Montessori”, História da Educação, ASPHE/FaE/UFPel, Pelotas, n. 18, p. 23-45, set. 2005; María Celina Chavarría González, “¿Está Montessori obsoleta hoy?: A la búsqueda del Montessori posible”, Rev. Rupturas 2(1), San José, Ene-Jun 2012. ISSN 2215-2466 pp 58-117; María de los Ángeles Zafra Delgado, Análisis Bibliométrico de Maria Montessori (1870-1952) en la Actualidad. Tesis Doctoral. Director: Profesor Dr. D. Juan Antonio Mora Mérida. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Málaga Málaga, Junio 2012; Mundo gráfico. 14-6-1933 Mundo gráfico. 14-6-1933; Mundo gráfico. 29-5-1929; Mundo gráfico. 31-3-1920; La Escuela moderna. 1-10-1914; La Ilustració catalana. 26-7-1914, n.º 581; La Ilustració catalana. 28-4-1912, n.º 464; La Ilustració catalana. 30-8-1914, n.º 586.

 

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