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El origen del Día Internacional de la Mujer. Entre el mito y la historia

El origen del Día Internacional de la Mujer. Entre el mito y la historia

Rafael Guerrero Elecalde, Doctor en Historia en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), dedica su principal línea de investigación a las élites gobernantes de la España del Antiguo Régimen. Desde 1998 participa en grupos de investigación adscritos a la Universidad del País Vasco, así como en otros de carácter internacional. Asimismo, ha presentado los resultados de sus trabajos en diversos foros nacionales y extranjeros. Ha sido colaborador del Diccionario Biográfico de la Real Academia de la Historia y actualmente es miembro del Consejo de la revista argentina “Prohistoria”.

Dirige LAUR Documentos, una empresa dedicada a ofrecer servicios de investigación histórica a toda clase de público: familias, empresas, investigadores, etc., con productos orientados a sus necesidades (biografías, genealogías, búsqueda documental, historia familiar, de empresas, etc.). Su premisa: “La Historia al alcance de todos”.

Marzo es un mes muy especial en la lucha por la consecución de la igualdad, ya que se celebra cada día 8 el Día Internacional de la Mujer. Además de los actos reivindicativos organizados por los partidos políticos, sindicatos u otras organizaciones feministas, los medios de comunicación también suelen hacer hincapié en el origen de esta conmemoración, aunque desgraciadamente en muchas ocasiones lo hacen cayendo en alguna que otra incorrección.

Las primeras noticias sobre la creación de un “Día de la Mujer” lo encontramos en los años iniciales del siglo XX en los Estados Unidos. En 1901, se fundó el Partido Socialista en aquel país, en el que se incluiría la Unión Socialista de las Mujeres. En 1909, esta asociación celebró el primer Women’s Day, que organizaron para reclamar el sufragio femenino y hasta 1914, lo fueron celebrando el último domingo de febrero.

En Europa, por aquellos años, los partidos socialistas también eran proclives a la participación de las mujeres en política, especialmente, en lo referente a la consecución del derecho a voto. Así, por ejemplo, en 1908, en Alemania había cientos de mujeres en el Partido Socialdemócrata. Entre todas ellas destacaba Clara Zetkin, impulsora del movimiento femenino dentro de esta organización y fundadora, en 1891, de la revista “Igualdad”, que llegó a tener hasta 125.000 suscripciones. Esta líder política fue una de las figuras clave en la creación de la festividad por los derechos de la mujer.

En la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas, celebrada en Copenhague los días 26 y 27 de agosto de 1910, Zetkin, junto con otras camaradas, propuso fijar el Día Internacional de la Mujer Socialista, con la finalidad de promover la lucha por el derecho al voto femenino sin restricciones, ni de riqueza, propiedades o educación.

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La primera celebración del Día Internacional de la Mujer fue el 19 de marzo de 1911, en memoria del levantamiento que protagonizaron las mujeres obreras en Prusia ese día de 1848, en el marco de la Revolución Alemana. En varios países se celebraron mítines a los que asistieron más de un millón de personas, que exigieron para las mujeres el derecho de voto y el de ocupar cargos públicos, el derecho al trabajo, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

De todos modos, en esa Conferencia celebrada en Dinamarca no quedó fijado un día concreto para la festividad y, según los países, se fue conmemorando en distintos días. Estados Unidos siguió festejando el último domingo de febrero hasta 1913. En Rusia, el primer festejo se realizó el 3 de marzo de ese mismo año, en el marco de los movimientos pacifistas que surgieron en vísperas de la Primera Guerra Mundial. Al año siguiente todas organizadoras son encarceladas por el régimen zarista. Posteriormente, en este país se conmemoró el 8 de marzo y, en España, se hizo por primera vez en 1936.

Sin embargo, el acontecimiento principal para que se concretara el Día de la Mujer siempre el día 8 estuvo relacionado con la ciudad de Petrogrado, por entonces capital del Imperio Ruso: El 8 de marzo de 1917, el 23 de febrero según el calendario ruso, en plena celebración del Día Internacional de la Mujer, trabajadoras del sector textil de esta ciudad se amotinaron por la falta de alimentos, exigiendo demandas laborales y protestando por la participación de Rusia en la Primera Guerra Mundial. La revuelta tiene un gran significado, ya que se considera el inicio del proceso revolucionario de octubre (la Revolución Rusa), que precipitó la abdicación de Nicolás II.

El protagonismo de las mujeres obreras fue determinante en esos momentos y la Revolución de Febrero se realizó en contra de las órdenes de las organizaciones que conformaban la oposición zarista, contrarios a convocar una huelga general en esta fecha por temor a una gran represión. Ocho meses después, los bolcheviques alcanzaron el poder.

En 1921, la Conferencia de las Mujeres Comunistas decidió instituir el 8 de Marzo como Día de la Mujer Comunista, que será celebrado con mucho éxito en la URSS y en los países de régimen comunista. Sin embargo, las Guerras Mundiales, el auge del nazismo y fascismo en Europa y el estalinismo acaban con las manifestaciones del 8 de Marzo. Además, Stalin y sus máximos colaboradores quisieron eliminar el contenido pionero del episodio de Petrogrado. Como fue un episodio protagonizado por mujeres, había que silenciarlo, porque estaban interesados en reescribir la Historia y publicitar a otros “héroes” (siempre hombres) de la Revolución.

Tras la Segunda Guerra Mundial, en la década de 1950 y 1960, el movimiento comunista de algunos países occidentales empezó a tomar un hecho mítico y legendario como origen de la conmemoración: El 8 de mayo de 1857, en una fábrica textil de Nueva York, decenas de obreras declaradas en huelga mueren quemadas al ser encerradas en el inmueble donde trabajan en un incendio provocado por el propio empresario como represalia a sus demandas. De este modo se explica en el periódico del Partido Comunista francés L`Humanité, versión que es repetida por la prensa de la CGT francesa y el boletín de la Federación Democrática Internacional de Mujeres de Alemania Oriental (RDA). Incluso en esta última publicación se pondera la histórica propuesta de Clara Zetkin de 1910 de la creación de un Día Internacional de la Mujer, pero se añade a dicha información el dato falso de que ella quiso que se fijara cada 8 de marzo, como recuerdo a la fecha de la huelga de las tejedoras americanas de 53 años atrás.

A este respecto, la historiadora Renée Coté, que dedicó 10 años de investigación en bibliotecas, periódicos, revistas y archivos de la prensa obrera de Norteamérica y Europa, no encontró pruebas documentales que atestiguaran este incendio ocurriera en 1857, y menos que fuera el móvil para establecer una jornada internacional de las mujeres.

La Revolución de Febrero y la heroica huelga de las mujeres rusas quedaron definitivamente olvidadas, así como el origen comunista de la conmemoración, connotación que la URSS quiso recuperar a partir de 1965.

En época más cercana, se ha tomado como origen de la celebración del Día Internacional de la Mujer otro acontecimiento que sucedió en los Estados Unidos a principios del siglo XX. De forma similar al anterior, también se relaciona con una catástrofe vinculada a las pésimas condiciones laborales de las mujeres en aquellos años.

El 25 de marzo de 1911, se produjo el desastre industrial más mortífero en la historia de la ciudad de Nueva York y el cuarto en el número de muertes de un accidente industrial en la historia de aquel país: En el incendio en la fábrica de textil Triangle Shirtwaist Company encontraron la muerte 146 trabajadoras. La mayoría de las víctimas fueron jóvenes mujeres inmigrantes de origen judío e italiano de entre dieciséis y veintitrés años de edad. La tragedia se debió a la imposibilidad de salir del edificio, ya en llamas, porque los responsables de la fábrica de camisas habían cerrado todas las puertas de las escaleras y de las salidas. Muchas de las obreras saltaron por las ventanas desde los pisos octavo, noveno, e incluso décimo huyendo del fuego.

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Aunque se ha considerado como un hito importante para la regularización de las condiciones de trabajo en las fábricas de entonces, no se trata del origen y causa de esta conmemoración. De hecho, el incendio aconteció sólo dos días antes de la primera celebración del Día Internacional de la Mujer, que había sido establecida en agosto del año anterior, en la antes mencionada Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas. De igual modo, erróneamente, tradicionalmente se ha adelantado este acontecimiento al año 1908, tres años antes de cuando aconteció en realidad.

Desde 1975, la ONU comenzó a celebrar el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer y, dos años después, su Asamblea General proclamó esa fecha Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz Internacional. Estas acciones conllevaron a varios estados a oficializar este día dentro de sus calendarios, lo que también ha ayudado a que este evento haya adquirido en la actualidad una dimensión mundial.

El movimiento internacional en defensa de los derechos de la mujer está en auge y la ONU lo está apoyando con el patrocinio de cuatro conferencias mundiales sobre la mujer y ha contribuido a que el Día Internacional de la Mujer sea el punto de encuentro adecuado para diversas actividades que reclaman los derechos de la mujer y su participación en la vida política y económica.

En definitiva, la conmemoración del Día Internacional de la Mujer es resultado del proceso histórico íntimamente relacionado con la lucha de la mujer por la consecución del sufragio femenino y, por extensión, de la igualdad de derechos con los hombres. Sus orígenes se encuentran ligados a un periodo históricamente complejo, que corresponden en las primeras décadas del siglo XX, repleto de acontecimientos que determinaron poderosamente el devenir de nuestra historia. Nos referimos a las dos Guerras Mundiales, la Revolución Rusa, el auge del socialismo y los movimientos obreros…

En este sentido, los actos, reivindicaciones e incluso el propio significado del 8 de marzo ha venido siendo moldeado a lo largo de los años. El olvido de la huelga protagonizada por las trabajadoras rusas el 8 de marzo de 1917, que ayudó a fijar ese día como el Día Internacional de la Mujer, se debió a varios factores.

Primero, gracias a la manipulación de los líderes de la URSS por una publicitación interesada de los hechos de la Revolución Rusa, que influyó posteriormente en las organizaciones socialistas de la Europa occidental a la hora de ofrecer su explicación de la historia. Asimismo, también ayudó a este silencio el interés por parte de los países principales del otro lado del telón de acero de eliminar cualquier carácter comunista de la celebración.

Por este motivo, a falta de referentes históricos concluyentes por parte de los colectivos occidentales, quizás se vio en la necesidad de evocar un origen casi mítico y legendario, en lo que serviría para reafirmar, en una sociedad gobernada por hombres, la importancia y necesidad de un Día Internacional de la Mujer.

En realidad, una conmemoración que, además de resaltar el camino que aún queda por recorrer por la igualdad de derechos, también debería ponderar la lucha llevada a cabo por todas las mujeres (sin distinciones) que lucharon por este aspecto, principalmente a las que lo hicieron en los difíciles años de las primeras décadas del siglo XX.

Fuentes: De Portugal Ana María, www.memch.cl/Historiadel8demarzo.pdf.; Bourgeteau, Sylviane. El 8 de marzo ¿mito o leyenda? FEM Nº 51, México, 1987; De Portugal Ana María, 8 de marzo. Día Internacional de la Mujer. http://www.isis.cl/publicaciones/miraesp2.htm; De Portugal Ana María, Efemérides de las Mujeres, http://www.wim-network.org/wp-content/uploads/2011/03/Efemerides_de_las_mujeres_A-P.pdf; Coté,Renée. 1984. La Tournée Internationale des Femmes ou Les varaies des mystérieuses origenes du 8 mars. Jusqu`ici embroullées, truquées, oubliées. Les Editions de Rémue, Menage; Blay, Eva. 1999. 8 de marzo. Conquistas y controversias; Gianotti, Vito. 2004. El verdadero origen del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. www.marxismo.org Martín Gomero, Amalia. 1975; Antología del Feminismo. Alianza Editorial, Madrid. Reck, Adela. Vidal, Malena. 2003. En el 146º aniversario del natalicio de Clara Zetkin. Diferentes pero iguales; Rima, Argentina. Stevens, Joyce. 1985. A History of International Women`s Day; Vida Socialista, Madrid, 18 de septiembre de 1910, num. 38.

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